¿Cómo fortalecer la confianza en un equipo de trabajo remoto?

¿Cómo fortalecer la confianza
en un equipo de trabajo remoto?

Cuando se habla de “trabajo remoto” se piensa en una persona sin ningún tipo de interacción más que una pantalla y un teclado. 

¿Cómo te imaginas el equipo de trabajo en una oficina?

Interactuando constantemente, yendo a tomarse un break con una taza de café y charlando con compañeros sobre algo que les sucedió en la semana, sobre el partido de ayer…, formando un vínculo más cercano.

¿Y un equipo de trabajo remoto?

Aunque uno tiene la idea de que este tipo de trabajo es muy diferente al habitual, en realidad son bastante parecidos. El trabajador remoto también se levanta a servir café, interactúa con muchas personas a lo largo del día, a través de plataformas de comunicación y videollamadas; hasta puede formar parte de un equipo de trabajo de otros países y trabajar de manera óptima, ¿cómo es posible? 

Cabe aclarar que estamos hablando de una tendencia que crece a pasos agigantados. Desde hace ya unos años las personas comenzaron a trabajar de manera remota para empresas, como también en modo freelance

La confianza es fundamental para el trabajo remoto

Ninguno de los procesos remotos es posible sin confianza.

Para que el trabajo remoto sea exitoso es fundamental que haya total confianza y sensación de camaradería. Esto mejora la efectividad del trabajo, la dinámica grupal y la productividad del mismo.

En muchos casos deberemos trabajar con alguien que ni siquiera está en nuestro país. Yo actualmente formo parte de un equipo que se encuentra parte en Argentina y parte en otros países. Hablo a diario con todos los miembros sobre dudas, avances en el trabajo, correcciones en el diseño de los libros, o la vida misma… hasta hace algunos años atrás era algo impensado.

La ecuación es simple: rara vez nos vimos las caras. Aún así, virtualidad mediante, necesitamos confiarnos los unos a los otros.

Mientras más nos conocemos, más confiamos. Y mientras más confiamos, mejor trabajamos entre nosotros. No dejamos de ser seres humanos por trabajar de manera remota.

Sin una buena comunicación, no hay trabajo remoto que valga

La comunicación es vital, siempre y cuando quede claro cuáles son los canales y para qué. En el trabajo remoto se utilizan herramientas para comunicarse de manera oral, escrita y visual.

Ejemplos de cómo funcionaría la dinámica: para alguna cuestión emergente o para el chat puede usarse el Whatsapp, para ver los objetivos semanales y cosas “a realizar” puede usarse una planilla de cálculo dentro de una nube para que cualquiera pueda acceder. También puede usarse alguna app o página de internet que permita llevar la información a la vista de todos como Trello que permite utilizar tablones de anuncios a la vista de todos totalmente gratis.

También pueden organizarse reuniones de videollamadas una vez a la semana para hablar de los avances y las dificultades del trabajo utilizando distintos programas y dispositivos.

Google es una empresa que fomenta desde el minuto 1 el trabajo remoto.  Hay muchas herramientas gratuitas de Google (Google drive, Google hangouts, Google documents, etc.) que incentivan el poder trabajar sin inconvenientes desde tu computadora.

Whatsapp (o Telegram) garantizan un servicio fluido de comunicación y seguridad gracias al cifrado de extremo a extremo. Lo bueno que permiten estas apps es la posibilidad de socializar escribiendo, por audio o por videollamada con otro compañero de trabajo de manera ágil, en cualquier momento.

Tener un equipo de trabajo remoto y decidir, por ejemplo, solo verse las caras una vez a la semana, al mes, o quizá al año (recordemos que hablamos de personas que pueden trabajar en el mismo proyecto pero desde diferentes partes del mundo) es una manera de generar confianza y estímulo en un grupo que tal vez se comunica muchas horas al día por diferentes maneras y eligen encontrarse cara a cara por trabajo, o simplemente para un fin social.

Y lo mejor de todo es que, tanto las personas que vienen todos los días a la oficina como las que trabajan desde otras latitudes, confían de la misma forma unas en las otras.

Necesitamos objetivos claros para seguir adelante

Al estar cada uno en un lugar diferente sin verse las caras, necesitamos metas y objetivos específicos para seguir “enganchados” en el trabajo. Además, todo trabajo es, en esencia, estructura. Se necesita una dirección sólida que fortalezca la estructura troncal del trabajo.

Para que esto suceda necesitamos las metas y objetivos claros, tan claros como la comunicación del mismo.

La retroalimentación constante, el famoso “ida y vuelta”  entre los miembros o con el líder del equipo ayuda a tener los objetivos claros, la dirección hacia donde se está yendo, mantener la motivación y las cosas claras en relación a lo que se debe hacer en el trabajo.

El trabajo remoto es la revolución del mundo laboral.

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