Uno de los tópicos más habituales en notas, conferencias y cualquier otro espacio de disertación tecnológica o “futuro logista” tiene que ver con el cambio significativo que experimentamos en los empleos respecto de algunos años atrás, y muy especialmente los que veremos en el futuro. Muchas veces exagerados, buscando el título de color (aunque detrás de ellos no haya sino profesiones existentes con algún grado de especialización) e inevitablemente con un desvío a la figura de los administradores de redes sociales, o community managers.
Sin embargo hay casos mucho más profundos y particulares a medida que nos adentramos en un sector en particular. Por gusto y por experiencia quisiera comentar algunos vinculados al sector automotriz, que deberían tener en cuenta quienes buscan capacitarse o quienes desarrollan trayectos pedagógicos para la formación de futuros profesionales.
El contexto
La numerosa sucesión de cambios tecnológicos y culturales alrededor de esta industria configuran la necesidad de repensar por completo las necesidades de capacitación. Entre las tendencias más destacadas podemos mencionar:
Siendo inevitable que repercutan de manera profunda en el mercado laboral, y den lugar a cambios de situación en la demanda de profesionales.
Los Nuevos
Entre las nuevas posiciones que se buscarán cubrir probablemente las más resonantes sean las que acompañen los cambios más profundos del sector, entre ellas:
Especialistas en motorización eléctrica, capaces de entender el nuevo formato de propulsión y sus componentes: Motores, controladores, baterías, herramientas de diagnóstico. Si bien los sistemas eléctricos se destacan por ser más sencillos y requerir menor mantenimiento es indudable que va a existir, sumado al que requiere la existencia de siniestros (choques, incendios) que podrían reducirse pero lamentablemente no van a desaparecer. Es posible incluso que conozcamos escenarios novedosos, como actualizaciones en los componentes de un vehículo para lograr nuevas prestaciones: Motores, controladores y baterías que en el caso del vehículo a combustión son muy difíciles de reemplazar, pero resulta mucho más sencillos en un eléctrico.
Los autos híbridos, durante la transición, serán el pináculo de la complejidad por resultar la suma de dos tecnologías (y sus problemas) dando lugar a requisitos de mecánicos de altísima formación y actualización permanente.
Otro aspecto relevante tendrá que ver con los expertos en calibración de seguridad y sensores. Con una presencia exponencialmente creciente de estos dispositivos en cada auto, es muy probable que no resulte suficiente el recambio de una pieza averiada, sino que sea necesario realizar ajustes de calibración y mantenimiento. A medida que la tecnología pase de los modelos más sofisticados de alta gama a marcas y vehículos más populares y que estos envejezcan, las dificultades para circular con estos accesorios en estado de error darán lugar a requerimientos de profesionales tan especializados en informática y electrónica como mecánica para mantenerlos a punto.
También veremos cambios profundos en áreas relevantes de la industria, pero relacionadas de manera indirecta al automóvil y su mecánica: Desde el asesor comercial que deberá estar capacitado no sólo en las nuevas tecnologías sino en interactuar con canales más allá del stand de un shopping center, nuevas formas de financiamiento, sistemas de alquiler o tenencia compartida, hasta operadores de asistencia que trabajen en guardias rotativas realizando la supervisión y asistencia a grandes flotas equipadas con sistemas de conectividad avanzada con requerimientos muy superiores de servicio.
Los que Crecen
Los sistemas de conectividad y entretenimiento a bordo han mutado de accesorios con mayor o menor nivel de sofisticación, a ser una parte integral del planteo de producto y una variable decisiva en la elección del cliente. Como cualquier otro gadget electrónico, estos sistemas van a requerir actualizaciones, mantenimiento, mejoras para mantenerse compatibles con nuevos dispositivos e incluso profesionales de seguridad informática para mantenerlos a resguardo de amenazas informáticas. El crecimiento en centímetros cuadrados de las pantallas de un vehículo es notable, pasando del humilde display de un autoestéreo digital a pantallas que ocupan casi la totalidad de la consola central, el tablero de instrumentos y no sería de extrañar que disposiciones específicas para acompañante y pasajeros en tan sólo 15 años, dando lugar a oportunidades muy importantes en lo laboral.
Los que Siguen
En el corto y mediano plazo suponemos que los autos no van a volar, y que la seguridad activa no va a resultar infalible: Los profesionales del sector neumáticos, suspensiones, chapa y pintura, incluso los tapiceros no dejarán de trabajar sino todo lo contrario, requiriendo sin duda procesos de especialización en nuevas técnicas y materiales que vendrán de la mano de nuevos vehículos.
La profusión de tendencias como el uso del aluminio, la fibra de carbono, nuevas pinturas inteligentes, plásticos compuestos, neumáticos ecológicos entre otros, hacen que ésta sea una de las apuestas más seguras para un trabajo actual con proyección de futuro.
Los que Cambian
Finalmente, sería tentador hablar de perdedores o de trabajos que no van a existir más, sin embargo, lo que sucederá es una serie de transformaciones aceleradas, o la conversión a nichos más pequeños:
El viejo oficio de electricista automotor se proyectará no solo en intervenir una motorización eléctrica, sino en la enorme interacción de todos los dispositivos, múltiples canales de comunicación interna y externa, nuevos sistemas de iluminación, cambios en los voltajes operativos de 12 a 48 volts, y en el corto plazo el surgimiento de híbridos entre los sistemas de arranque y alternador para dar lugar a los llamados Mild Hybrids.
Los especialistas en motores a combustión, más allá que tengan asegurado su trabajo durante dos o tres décadas al menos, seguramente deberán enfocarse en aplicaciones cada vez más específicas como atender unidades de colección, actividades vinculadas a la competición o especiales a medida que las restricciones gubernamentales impidan la venta de nuevos vehículos con ese formato.
El proceso será largo pero inevitable, tener en cuenta estas tendencias a la hora de elegir tu formación profesional será la puerta a nuevas y mejores oportunidades de trabajo, realización y calidad de vida.
Leonardo Valente
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